¡Ay! Que la envidia es muy mala. Que una chica guapa, triunfadora, periodista… que además se ha llevado de calle a la joya nacional, al yerno que toda suegra querría tener, da para muchos recelos aquí en esta nuestra piel de toro.
Y, a la mínima, nos cebamos con ella. Estos días, Sara Carbonero se expone varias veces por semana ante audiencias de récord y, nosotros, con los dientes afilados, esperamos a que resbale, a que se equivoque, a que diga una obviedad… y en masa convertimos a la periodista de Telecinco en tendencia nacional y, por momentos, hasta en internacional, riéndonos de todo lo risible.
Todos los medios, casi sin excepción, han dado cuenta a lo largo del día de la mofa que millones de usuarios están haciendo de la reportera de Telecinco. El TT nacional dura ya 24 horas, con mensajes con más de 17.000 retwitteos a la hora de escribir este post.
Pero, ¿qué podría hacer Sara para contrarrestar esta chanza nacional? Porque a lo mejor Twitter no es tan poderoso como los mercados, que te atacan y se te dispara la prima de riesgo, pero el acribille de mensajes puede acabar con la paciencia de cualquiera.
Humildemente, y empleando el poco sentido común que nos queda, dejamos cuatro ideíllas que Carbonero podría aprovechar para intentar contrarrestar los ataques. Porque, aunque de todo se cansa uno, parece que para l@s twitter@s -’ese’ colectivo- no se agota el filón de ‘Gracias Sara’.
1) Haz Periodismo. Eres los ojos de las 18 millones de personas que están viendo el partido para muchísimas cosas. La responsabilidad es grande y no puedes defraudarles. Cuenta a la audiencia lo que no sepa, el detalle que falta, lo que las cámaras o el realizador no les van a enseñar. Es la esencia de la profesión (tu profesión), es para lo que estás ahí y (en mi opinión) el origen y la esencia de la ‘manía’ que te ha tomado Twitter.
2) Únete a las risas. A Arturo Pérez-Reverte le fue genial en su día (octubre de 2010, crónica de Delia Rodríguez, aka @delia2d). De hecho, su ejemplo se ha convertido en uno de los de manual a la hora de explicar estos ‘arrebatos’ que el colectivo sufre de vez en cuando contra una persona en concreto. Empatiza con la comunidad y quítale importancia. Verás como se calman.
Aquí Sara tiene un problema: Una búsqueda rápida por usuarios de Twitter arroja que hay más de cuarenta perfiles creados con su nombre. Al menos media decena aseguran ser el oficial, pero ninguno lo parece a simple vista. (Lectores, ¡ayúdenme! ¿cuál es el verdadero? yo no he sido capaz de encontrarlo).
3) Haz un guiño a la audiencia. En este capítulo puedes aprender de tu compañero JuanMa Castaño, a quien ya se le ha montado más de un pollo en la red de microblogging. Ahora, es frecuente escucharle, tanto a él como a sus (tus) compañeros de Deportes Cuatro, alusiones en antena a “la que se puede montar en Twitter” cada vez que ‘sueltan’ algo que pueda encender a las masas. Más empatía, vamos.
4) Relájate y disfruta. Tienes uno de los trabajos más bonitos y envidiados del mundo. Estás contando en directo a millones de personas una alegría tras otra de la Selección. Twitter huele el miedo y eso (creo) está alimentando las coñas. En el partido frente a Croacia se podía intuir una especial sequedad en los comentarios, más miedo a equivocarte después de los trending topics de los primeros días, aunque te alabo el intento de mostrar que te lo tomabas con filosofía.
Relajarse, unirse a la fiesta y hacer periodismo. ¿A alguien le podría ir mal con estas recetas?
Menuda obviedad ;-)
Créditos: La foto se la he tomado a Vadejuegos.
Periodista. Responsable de Comunicación y Nuevas Tecnologías en Grupo Secuoya. Soy profesor en la 
jajaja muy bueno no es que es mala periodista pero me parece que su defecto es no tener ni una red social le ayudara muchicimo .. es que nunca habla .. y le ayudara a relajarse ..