El consejero toma la tensión a su apuesta 2.0

Foto tomada de la página de Facebook de Manuel Recio

Lo confieso: el creciente, irrefrenable y en muchos casos alocado desembarco de centenares de políticos en las redes sociales en los últimos meses ante la llamada electoral comenzaba a desasosegarme.

Por más de un momento, y tras asistir desde la lejanía a algún ejemplo poco edificante, temí que la red se convirtiera en un escenario más de ese esperpento al que periodistas y ciudadanos asistimos cada día protagonizado por muchos miembros de la clase política. Darse ‘cera’ de un bando a otro, sin más objetivo que  desgastar al adversario. Por encima de la que debe ser la misión de un servidor público. Sí. Esa misma. Servir.

Asistir a un cruce de tweets entre políticos estaba empezando a ser terrorífico: ya no tienen que esperar a leer las palabras del otro en el periódico u oírlas por la radio acusándose de tal cosa y descalificándose por cual otra para reaccionar. Ahora lo hacen en tiempo real.

Y el ciudadano, inteligente siempre, opta en no pocas ocasiones por ‘hacerse un Ángel Martín’ o, en lenguaje twittero, practicar el ‘unfollow’.

Ayer, sin embargo, pasó algo distinto.

Pongamos contexto: Es fácil imaginar que el consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, está pasando por el momento más delicado de su gestión al frente de este departamento, donde apenas ha cumplido un año de gestión.

Las presuntas irregularidades cometidas en la tramitación de varios expedientes de regulación de empleo están poniendo a prueba, no solo a su área, sino a él mismo como político y a su decidida apuesta por la transparencia, las redes sociales y las políticas de Open Goverment que le han convertido en una referencia.

En esta tesitura lo fácil hubiera sido esconderse. Con medio twitter rugiendo, la carpeta de menciones del consejero en los últimos días debía contener de todo… y ante esto, había dos opciones: aguantar el chaparrón o dar la cara, en coherencia con el discurso de la Junta de pasar a la ofensiva contra los casos investigados.

Como en este blog no somos ni políticos ni jueces, lo que sí podemos hacer es acudir a los datos para analizar la gestión de esta crisis en su vertiente 2.0 por parte del propio político quien, me consta,  ha estado personalmente al frente de sus redes sociales en las últimas horas.

Un primer recuento arroja que, solo en su blog y en su página en Facebook, se generó un debate con más de una treintena de cuestiones atendidas personalmente por Recio, la mayoría de ellas en tono crítico ante las que el consejero manifestó su posición o su argumento.

Asimismo, resulta especialmente enriquecedor el debate público mantenido también en las últimas horas entre el propio responsable público y dos twitteros muy ásperos con él como son la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Málaga, Mariví Romero, y el periodista Curro Troya.

Entre los tres, y algunos usuarios más que se fueron sumando posteriormente a la discusión, fueron capaces  de elevar el nivel del recurrente ‘y tú más’ para aprovechar la red de microblogging para hacer democracia.

Sirva un botón como muestra.

A un político se le puede o no comprar el discurso. Pero, qué quieren que les diga, me resulta alentador que haya quienes de verdad se crean que esto de las redes sociales puede servir para achicar espacios entre el ciudadano y sus gobernantes, también en los momentos difíciles.

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Escrito por pacotorres